martes, 6 de septiembre de 2011

15M - Sindicalismo Confederal : Condenados a entenderse

 No se si serán los años que a uno lo van templando, o es la experiencia de haber vivido situaciones semejantes. En la manifestación de hoy convocada por los sindicatos CCOO-UGT-USO contra la reforma de la Constitución, han asistido manifestantes enarbolando una pancarta que rezaba "Sindicatos gracias por venir". Incluso se ha oído algún "no nos representáis" en una ambigua alusión que podría valer tanto para el poder político, como para los sindicatos convocantes. En cualquier caso, se ha establecido por parte de ese grupo que se definía como 15M, una separación en la manifestación entre convocantes y los portadores de la pancarta aludida. Estoy convencido, que en los medios de comunicación del poder se venderá la imagen del ficticio e interesado desencuentro. Sin analizar más, sin entrar en los detalles. Solo imagen de desunión y confrontación  Los titulares de la prensa canallesca serán algo así cómo: "15M y sindicatos a la greña". Será una mentira más.

De esa forma  lo venderán. Pero todos sabemos que no es así. Puesto que los y las asistentes a la convocatoria sindical en su inmensa mayoría también son indignados, simpatizantes o seguidores del 15M, que además están afiliados a una opción sindical o, simplemente les atrae la convocatoria para protestar por el atropello de PP y PSOE contra la ciudadanía . Esa separación pues no existe, o al menos no debería de existir, puesto que cómo decía en algún comentario anterior ("El mal ya está hecho. Tea-PParty en el Congreso") el Sindicalismo Confederal y el 15M tienen el mismo ADN. Lo cual les ha de llevar a buscar puntos de encuentro por encima de posibles y subsanables diferencias. Poca o ninguna aportación conlleva ese tipo de acciones en mitad de una manifestación, si no es la de poner en bandeja argumentos artificiales a los voceros del poder,  para ofrecer al atrofiado electorado una imagen de división que, como digo, no es tal. Divide y vencerás

Por mucho que se empeñen algunos las políticas económicas, el capricho y la saciedad de los mercados, el golferío político, la poltronería, la partidocracia, la especulación, el desempleo y la desolación, no la provocan los sindicatos de clase. Ellos, por suerte, no se presentan a las elecciones al Parlamento. Si algún sindicalista se presenta, lo hace como opción personal. Tenemos un claro ejemplo : Antonio Gutiérrez,  ex Secretario General de CCOO durante muchos años -recuerdo que con 15 años sufrió la primera detención. Cuando ser sindicalista, no era jugar a los play-mobil. Lo que te jugabas era la vida-  y actualmente Presidente de la Comisión de Economía y Hacienda en el Congreso. El único diputado del grupo socialista que ha tenido la gallardía, la coherencia y la decencia de enfrentarse a su gupo y, no sólo no votar, si no criticar abierta y públicamente la reforma de la Constitución, emitiendo el mismo mensaje -exactamente igual- que el del 15M:   "Nuestro país no tiene una deuda pública excesiva, por el contrario, sigue siendo de las más bajas de Europa, es pagable y tenemos leyes ya de estabilidad presupuestaria..." . Más claro agua. ¿Qué mejor representante del 15M que un sindicalista en el Congreso?. Seamos serios.


Otra cosa es, cómo he dicho en alguna ocasión y de forma crítica, que el Sindicalismo Confederal se debe y se tiene que reciclar no solo sindical y organizativamente, también como movimiento socio-político. No se debe abandonar al trabajador cuando toca la sirena de la fábrica. Deben abrirse más a la ciudadanía y conectar a tiempo y con amplitud de miras con movimientos derivados del cabreo generalizado y de la indignación como  el 15M. Y eso se consigue estando con las antenas desplegadas ante los acontecimientos, para que éstos no te vengan diferidos y sí de primera mano. Mientras los sindicatos estén empeñados en combatir nuevos fenómenos con las armas de ayer, estarán desconectados de la realidad. Si un sindicato no tiene capacidad de adaptación y de puesta al día, el que paga las consecuencias es el trabajador como tal, pero también como ciudadano/a. Pues el trabajador y su familia, cuando el estado del bienestar esté en ruinas, serán quienes paguen las consecuencias. Los/as que hoy han salido a la calle -15M y sindicatos- están en la misma orilla y por tanto condenados a entenderse.

4 comentarios:

  1. Muy bien argumentado tu artículo. Y es que no nos debe dar vergüenza defender el sindicalismo activo, uno de los más útiles instrumentos con los que se han desarrollado muchas de las libertades que aún tenemos. "Dime con quien criticas y te diré a quien le haces el juego", podría decirse. Y es que hay muchos ignorantes que con la bandera del "anti-todo" se convierten en útiles peones de los neo-con, que se han empeñado los últimos años en desprestigiar a los sindicatos, porque saben que la organización obrera es uno de los obstáculos que les separa de la anulación total de las garantías de los obreros. Y hay que decirlo bien alto y sin vergüenza: el sindicalismo nos representa porque ayuda al individuo a defender sus libertades frente a los poderes fácticos. Mientras tanto, que sigan ladrando los que sirven -conscientemente como los peperos, o inconscientemente como los anarco rancios- a la voz de su amo.

    Saludos Replicantes.

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  2. Muy buena entrada pero recuerda que los sindicatos llevan años llenándose de oportunistas. Se han creando nuevos sindicatos sin otra intención que la de "representarse a si mismos", por un lado "amarillismo" y por otro mero producto de que los mayoritarios se fueron a por uvas. La mayoría del tiempo y recursos se dedica a hacer la puñeta al otro sindicato y a las elecciones sindicales. Eso debe cambiar para centrarse el lo que realmente deben hacer.

    Un saludo

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  3. Hermes. Lo más necesario en estos momentos es que el sindicalismo confederal en España se reorganice entorno a un sindicato único. No tiene sentido que CCOO y UGT caminen juntos durante muchos años, con plenas coincidencias en todo y no tengan más avanzada la fusión en un gran y único sindicato. Ello evitaría, entre otras cosas, que cada cuatro años fueran a una gresca, artificial por cierto, que les obliga a una confrontación en las elecciones sindicales, perdiendo el "norte", cual es la defensa de los intereses de los trabajadores/as.

    Un saludo

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  4. Rick. Mejor no se puede explicar. Gracias.

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