miércoles, 14 de septiembre de 2011

Rubalcaba. Elegido para perder.


Con buena oratoria, experiencia y conociento de los entresijos del Estado, el PSOE eligió -sin primarias- al candidato  Rubalcaba, no para gobernar, si no para perder. Me explico. Sabiendo que se van a perder las elecciones, se consideró en la élite socialista que Rubalcaba  es el que mejor lo podía hacer frente a Rajoy, cuando este gobierne. Así mismo el candidato elegiría a los mejores compañeros y compañeras de viaje para hacer una oposición fajadora desde las filas parlamentarias socialistas. El método argumental de trabajo pasaría por erigirse en defensor de los derechos sociales alcanzados en los diferentes gobiernos socialistas y esperar a que venga tiempos mejores. Que no será el caso, ya saben: "..más allá de toda potencia no es posible ningún crecimiento.." O dicho en román paladino: el sistema ya ha mamado todo lo que tenía que mamar. Finito

El candidato socialista aceptó su papel, su nuevo rol, sabiendo dónde se metía y asumiendo que no ganaría las elecciones. Tonto no es. "Importa me da" -como dice un querido amigo mío- Pues la miseria en la que nos dejan los mercados es mejor que la gobiernen otros". Ya se sabe: la sangre, el sudor y las lágrimas para los Churchill de turno. Rubalcaba desde su cómodo papel de oposición, se dedicaría a la contemplación parlamentaria -como lo ha hecho Rajoy hasta ahora - y a basar su discurso en acusar al gobierno del PP de aplicar la motosierra de la poda indiscriminada en el recorte y privatización del estado del bienestar construido por el PSOE. Hasta ahí todo correcto y según el guión previsto.

Pero las cosas en política no siempre salen como uno quiere. La vida está llena de imponderables. Y mire usted por donde, viene  su agónico presidente de gobierno  y jefe de partido, y en la última bocanada que le queda como tal, se monta un sarao  con el amo de la oposición y futuro presidente de Gobierno para reformar la Constitución, estableciendo un techo presupuestario que pone en fina y sutil bandeja a la derecha el desmantelamiento/privatización del estado del bienestar. Es de imaginar la acartonada cara de conejo que pondría el candidato socialista cuando Zapatero le transmitió la nefasta novedad: "a mi no me mires que yo soy un mandao, pregúntale a la pareja franco-alemana", le diría.

Si añadimos al hecho de la reforma constitucional, la manera de anunciarla, tramitarla y aprobarla, es de suponer que la sangría añadida de votos que se producirá en las candidaturas del  PSOE, allanará el camino al PP hacia una mayoría absoluta y, por tanto, a aplicar las políticas mas ultra-conservadoras y de recorte, que este país ha conocido desde los tiempos de Atapuerca. Las maniobras y ensayos militares con fuego real, para el recorte de  educación  y sanidad que nos presentan estos días las damas de honor peperas: Cospedal y Aguirre en sus respectivos territorios, pasarán a categoría de anécdota, cuando los siervos directos del sistema, las apliquen con toda su crudeza a nivel nacional para todo quisqui. Y ante eso, el fino verbo de Rubalcaba se desvanecerá por el Congreso como el prohibido humo de un cigarrillo. Los mercados, Merkel y Sarcozi le han construido el patíbulo a Rubalcaba. Su compañero Zapatero le ha colocado la soga. Rajoy solo tiene que tirar de la palanca. 

Mientras, en la tierra, los mortales preparándonos para el huracán recortador. Martillo, clavos y tablas para reforzar ventanas y puertas. Ruido, desamparo, angustia y desolación.

Hoy toca envoltorio musical con uno de mis grupos favoritos en los 90; La Frontera "La ley de la Horca"


1 comentario:

  1. También en plan fílmico, Rubalcaba se está quedando "sólo ante el peligro", visto como huyen sus ex-compañeros de gobierno. ¿Yo en las listas?. Quita, quita, que me viene fatal, tengo que ir a casa a... esto a... mmmmm... a... dormir (Jefe Wiggum dixit). En fin, a Gary Cooper la cosa al final le salió bien, pero a Rubalcaba parece que le van a dejar como un queso Gruyere. Veremos.

    Saludos Replicantes

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