lunes, 26 de septiembre de 2011

La derecha contra el sindicalismo confederal. Objetivo: la extinción


En los últimos tiempos estamos asistiendo a un ataque sistemático por parte de la derecha y de los medios de comunicación más conservadores contra el sindicalismo confederal. El argumento central -amén de otras lindezas- están siendo los liberados sindicales, figuras éstas que en época de crisis son proclives a ser empleados como elemento demagógico.  

Algo se ha avanzado desde los tiempos de Lord Mansfield, presidente del Tribunal Supremo del Reino Unido, cuando declaró, allá por el siglo XVIII, que los sindicatos “son conspiraciones criminales inherentemente y sin necesidad de que sus miembros lleven a cabo ninguna acción ilegal”. Hoy no se dicen cosas tan gruesas,  pero hay por parte de la derecha y de los intereses que defiende, mucha y estudiada dureza en el fondo de los mensajes contra los sindicatos. Prestemos atención al fenómeno pues cualquier movimiento en política no es por casualidad.

En los últimos años nadie ha discutido como hasta ahora con tanta virulencia el papel de los sindicatos ¿A qué cuento ahora esas charnelas de descrédito? ¿Por qué ahora los sindicatos son tan cuestionados y atacados desde varios ángulos del poder, lanzando al aire impunes e interesadas soflamas con  mensajes que solo pretenden una vil y fangosa degradación del sindicalismo y de los sindicalistas? Lo que se pretende es eliminar o neutralizar las únicas organizaciones de masas que aun quedan en España. No vaya a ser que, junto con movimientos tipo 15M formen un muro de contención y de resistencia contra lo que el poder y los mercados quieren: una sociedad resignada y conformista a la que venderle el mensaje de que no hay otra forma de hacer las cosas que no sea la de la regresión social que supone una bestial política de recortes, con la machacona frase de que "la fiesta se ha acabado" mientras ese uno por ciento de privilegiados sigue en su sarao permanente a costa de empobrecer al 99% restante.


Actos como el convocado por CCOO el pasado fin de semana en Vista Alegre, al que los medios no le han dado la relevancia que tiene, sirven para demostrar que el sindicalismo confederal en España dispone de  capacidad de convocatoria y movilización a pesar de la política de desgaste a la que está sometidos. 16.000 representantes, evidencian la fuerza que los sindicatos tienen y lo que es más importante: el rechazo y la indignación no solo laboral, si no también social que producen las políticas que se están llevando a cabo y que suponen el empobrecimiento y la degradación de millones de personas.


Los sindicatos no solo han hecho una demostración de fuerza, organización y expresión pública de su rechazo, si no también de coherencia y de responsabilidad ofreciendo propuestas como "El Pacto por el Empleo"  basado en la contención salarial en paralelo a una inversión de las plusvalías que regeneren el tejido productivo y el consumo. En definitiva   el mensaje de  que "otras políticas son posibles por encima del trágala del recorte social y del empobrecimiento". El sindicalismo confederal a pesar los ataques a los que está sometido - y lo que te rondaré morena- es movilizador y tiene propuestas. 


Cierto es  que deben de adaptarse a los nuevos tiempos y a las nuevas realidades. Reorganizarse para tener más "capacidad global" de respuesta. Pero no cabe duda de que hoy son insustituibles y difíciles de reducir.  Derecha&mercado,  tomen nota.



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