jueves, 28 de julio de 2011

La no violencia activa del 15 M y el nerviosismo del poder.


Adivina de qué son las gotas que lleva el mosso en el escudo pinchando en el mismo

El movimiento 15M es un movimiento pacífico que practica "la no violencia activa", es decir la resistencia no violenta de protesta para propugnar un cambio de hacer político, social y cultural sin necesidad de emplear la violencia. Con respecto a la "no violencia" o "non violence" promulgada por Ghandi hay un matiz importante y es que la "no violencia activa" como su propia definición indica, no es simple pasividad.
El 15 M se mueve, organiza, está vivo y activo. Tiene un control y un conocimiento absoluto de las redes sociales y de internet, lo que le da una capacidad movilizadora importante e inmediata para reclamar no una democracia, si no una reedición de la transición que se hizo en el 77, para fortalecerla y adaptarla a las necesidades, no del poder, si no de los ciudadanos.
Ese "activismo pacífico" es el que pone nervioso al poder. El poder,para justificar la violencia policial, es decir la suya, necesita que el manifestante pique el anzuelo de la provocación y eso el 15 M lo tiene meridianamente claro. Tanto es así que tiene sus propios sistemas de control, detección y aislamiento del provocador en sus filas, consiguiendo que, en algunos casos, se detectaran y expulsaran provocadores infiltrados para justificar posteriores acciones policiales.
Intervenciones como la del desalojo bestial, desproporcionado e injustificable de la Plaza de Catalunya en Barcelona, dirigida personalmente por el conseller Puig, así como sus posteriores y bochornosas declaraciones pretendiendo justificar lo injustificable, ponen de manifiesto que el 15 M preocupa y mucho al poder. que lo ve como un enemigo y no como un aliado del que se puedan extraer enseñanzas.
El último ejemplo ha sido el desalojo de los alrededores del Congreso el pasado fin de semana en Madrid, realizado no exento de violencia policial y de una forma coordinada por las fuerzas de seguridad, demuestra que hay un plan específico y represor contra los indignados
.Otra cosa. Rubalcaba tenía que aguantar como Ministro del interior sin intervenir contra los manifestantes -era, o estaba previsto que lo fuera, el próximo candidato socialista a la Presidencia de Gobierno- El nuevo Ministro Sr. Camacho no tiene ese problema de condicionamiento y actuará sin contemplaciones. O sea que no era criterio político y si estrategia. Ahí también se le ven las vergüenzas a Zapatero.

MC

3 comentarios:

  1. Excelente artículo. Pese a lo que algunos desconocedores de la política y de la historia afirman, la violencia como instrumento de mejora social siempre fracasa. O no pude con un aparato estatal más violento o los rebeldes violentos, una vez controlan el poder, no son capaces de renunciar a imponer sus tesis a través de los instrumentos violentos. Sin embargo, la resistencia pasiva es la solución: cuando una mayoría de la población esté lo suficientemente educada como para no participar del sistema: renunciar a las hipotecas y demás créditos, a la compra compulsiva, al voto a corruptos, etc. otra sociedad será posible. O eso o "el horror", que como el Kurtz de "el corazón de las tinieblas" sabía, nos está rodeando.

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  2. Disculpa en la tardanza por la contestación. Exacto, ahí está la clave de bóveda: si no te gusta un sistema, al menos no lo retroalimentes. Se trata, como dice Hessel," de no sucumbir bajo el huracán destructor del consumismo voraz y la destrucción mediática mientras se aplican los recortes. indignaos sin violencia"

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  3. Qué grande Hessel. Ya he oído a algunas críticas que se le hacen por "pusilánime" que no tienen pies ni cabeza.

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