jueves, 21 de julio de 2011

La "lavadora" política o, aunque el imputado se someta a las urnas, imputado se queda


Con este largo y poco esmerado título, pretendo decir que la utilización de las urnas como "lavadora de corrupción" se está quedando sin jabón. "Estoy imputado, me presento a la reelección, salgo elegido, pues salgo limpio y blanqueado". Esa, hasta ahora, ha sido la estrategia de aquellos políticos quienes en última instancia han querido eludir sus responsabilidades basadas en comportamientos ilícitos. Pero eso va quedando atrás en la medida que el sentimiento del 15M se va extendiendo como un virus benigno y redentor en el entramado social y mediático. La juventud culturalmente mejor preparada de la historia social en España, está consiguiendo que ese efecto lavadora se atasque, harta de tanta afrenta democrática producida por una clase política alejada de las necesidades reales del ciudadano.

Confiado por haber ganado las elecciones a Camps ya le olía el trasero a pólvora convencido de que, como en otros casos, ese efecto "lavadora" aplaca los ánimos, condiciona jueces, desmoraliza al adversario, ralentiza a la prensa no afin, le da alas a la afin y hace que el personal honesto y honrado lo mande todo a hacer puñetas y se vaya a su casa compungido.

Pero ya no es tan fácil. Si el movimiento 15M y su influencia mediática sobre todo en la red, no hubieran existido, Camps seguiría en su puesto. Se diga lo que se diga este movimiento ejerce una presión política y social sin precedentes, aplicando un condicionamiento real que va consiguiendo lenta, pero eficazmente, cambios en el entramado político y democrático.

El caso Camps pasará a la historia como el primer caso de calado en el que, aunque los implicados no lo reconozcan, un presidente ha sido obligado a dimitir por la presión ejercida explicita e implicitamente por este movimiento. Aunque aquí ningun poder otorgará ese reconocimiento al 15M, pues ello supondría admitir sus propias carencias. Todos: la oposición, los medios de comunicación, la justicia, el PP y el propio Camps -que según él se va, no por corrupto, si no por "hacerle un favor a España"- se otorgan el "casus" de que el Honorable President nos haya dejado huérfanos -por el momento- de su ahora triste y apesadumbrada figura trajeada.

MC

2 comentarios:

  1. Cierto. Reconocer nuestra victoria sería mostrar su propia debilidad y harán lo indecible para seguir manteniendo todo como está.

    Pero a esta lavadora el movimiento #15M la ha puesto directamente en el programa de centrifugado a 1.000 revoluciones ;)

    Un saludo y enhorabuena por tu blog.

    Estás invitado a visitar el mío cuando gustes:

    http://historiasdeunadragona.blogspot.com/

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  2. Gracias Froda, estoy completamente de acuerdo contigo. Por supuesto que visitaré tu blog.
    Un saludo,

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