El Duque de Salvatierra y Los Santos Inocentes

El señorito cortijano Cayetano Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart, Duque de Salvatierra, en el programa "Salvados" de La Sexta con el título de "Cosechando subvenciones", ha criticado el PER y los subsidios que reciben los jornaleros. El jinete denunció la actitud de los jóvenes andaluces que no tienen ganas de trabajar.

Cayetano, ejemplo personificado de productividad española para el común de los mortales, califica a los jóvenes andaluces como unos vagos y al PER la madre que los sustenta y mantiene. Que gran reflexión. Que profundidad analítica. El cantamañanas -tipo Durán y Lleida pero con el polvo del camino sobre sus chorreras de gala- nos sale reflexivo para decirnos que en Andalucía no trabaja ni dios -se supone que de los están obligados a ello por orden divino-. Y lo dice tirando de las riendas de su caballo al mas puro estilo medieval, mientras añora tiempos en los que la esclavitud era lo ideal, la patada en el culo lo práctico y el derecho a pernada lo normal. El linajudo aun no se ha enterado de que ya en el siglo XIX, los mismos patronos abolieron la esclavitud al caer en la cuenta que tener esclavos durante las 24 horas del día y velar por ellos no era rentable, descubriendo aquello de 8 horas (al menos) para trabajar, 8 para pensar cómo pagar la hipoteca y 8 para descansar -si el citado deber hipotecario no te quita el sueño-. Este pobre diablo nos da unas pinceladas de cómo piensa sobre Andalucía, los jóvenes y el PER. 

Critica la vagancia de los demás un tío que en su vida le ha dado un palo al agua. Pero además no se le caen los empastes denunciando las ayudas del PER, mientras gobierna, asociado con sus hermanos, un holding macroterratenientista que se chupa, junto a sus congéneres latifundistas que representan el 20% del total, la friolera del 80% de las ayudas al campo otorgadas por la UE para España, en detrimento del ámbito auténticamente rural, que supone una mayoría del 80% y que recibe el escaso 20% que resta. Un privilegio ancestral, avalado por la clase política que, cómo no, curiosamente esta siempre más cerca de los "ivanes" que de los "azarías", agudizando las desigualdades también en el campo. 

El duque, es heredero directo y propietario "con el sudor de su frente" sin duda, del palacio de Arbaizenea en San Sebastián, la finca de 20.000 metros cuadrados que pertenecía a la familia de su padre, los duques de Sotomayor, y del cortijo Las Arroyuelas, un gran latifundio en Sevilla. Además de una hípica, dirige una de las principales empresas de la familia, Eurotécnica Agraria, que recibió en exclusiva subvenciones de la Comisión Europea por un importe de 1,7 millones en 2009. Pero eso no es alimentar ni subvencionar vagos.

El señorito parece que concibe la vida y la hacienda, en pleno siglo XXI, al más puro estilo de "Los Santos Inocentes". Miguel Delibes ya nos puso en antecedentes.