Ya tienen -y nosotros la sufrimos- reforma. Mariano, "el recortador invisible", nos la ha dejado en la antesala del fin de semana para que sea inmediatamente "engullida" por la jornada liguera, la muerte de Whitney Houston y los partes meteorológicos, que dedican medio telediario a contarnos el gran descubrimiento: "en invierno hace frío".
Mariano, de forma unilateral y descojonante "fusila al amanecer" lo que ha sido hasta ahora el modelo clásico de concertación en España. Con esta "ejecución" se ha llevado a cabo la puesta en escena de la madre de todas las reformas desde que se inventaron. Tanto es así, que Rajoy ha elevado la reforma a la categoria de "la gran contrarreforma" deseada por los causantes del desaguisado financiero por un lado, y por los insignes empresarios españoles, tan mecesitados ellos, por otro.
Con la que ha caído del cielo especulador en la cabeza del mundo del trabajo, despídanse Vds. de lo que se ha estudiado hasta la fecha sobre Derecho Laboral en las universidades españolas. La tutela del trabajo humano y productivo por cuenta ajena, pasa, desde ahora, a ser una entelequia. Lo que se llevará será la cariñosa interpretación del empresario, tal y como su santa y empresarial gana le de a entender. Los derechos laborales pasaran a ser una tenue sombra de lo que fueron, dejando a la democracia en el entorno del trabajo a la altura de la bota de un dictador, y a los sindicatos, tan limitados ya de por sí, con una capacidad de maniobra similar a la del "Costa Concordia" en su actual estado de barranquilla. Pero descuiden, que la cosa no quedará ahí. Cuando los trabajadores se movilicen, pues están abocados a ello, la siguiente será la del tiro en la nuca al derecho de huelga. Pues la derecha nunca ha querido esos saraos y la ocasión la pintan calva.
Si la izquierda plural no espabila -que no parece- y empieza atrabajar en una aglutinación urgente, necesaria y amplia que, unida al mundo sindical confederal y a los movimientos sociales tipo 15M, dé respuesta a tan tamaño desaguisado, la cosa pinta difícil de solucionar.
Doctores tiene la iglesia. Seguro que estarán meditando "qué hacer". Mientras tanto esperaremos ¿pero cuánto? El tiempo nunca corre a favor de quien lo tiene que vender para poder comer.
"Joer", es que ya está bien de que mientan. La culpa de la crisis y -dentro de la misma- de la especialmente mala situación de la misma NO la tienen los trabajadores NI la estructura del mercado laboral en España. Lo que nos diferencia de la productividad alemana no son los días por despido, sino un modelo productivo que allí se basa en la innovación y aquí en una clase empresarial IGNORANTE y EGOISTA que MAYORITARIAMENTE basa su negocio en hacer que el trabajador esté muchas horas en su puesto y en pagarle en negro.
ResponderEliminarMuchas PYMES -la principal estructura empresarial en este país de chichinabo- he conocido ya, directamente o indirectamente y en TODAS las que he trabajado o de las que tengo noticia, el empresario en cuestión cometía más o menos irregularidades: presión sobre los trabajadores para ampliar el horario, pagos irregulares, coacciones con respecto a la salud laboral... Y llega este DESgobierno y su ¿SOLUCIÓN? para por quitar derechos a los currantes, que son los que de verdad mueven la economía de este país a base de SUDOR y MUCHAS HORAS.
Si se quiere solucionar la crisis se debe a) en el plano internacional eliminar la especulación financiera y b) en el plano nacional cambiar el modelo productivo a través de la investigación y nuevas tecnologías, no mediante las facilidades dadas a un grupo de EXPLOTADORES IGNORANTES que ahora son conocidos como "emprendedores" y que constituyen la mayoría de la clase empresarial española.
Saludos Replicantes.