Disfrutemos de la crisis

Joven licenciado, con tres idiomas, buscando trabajo de lo suyo en la nieve

Cuando escribo este post, los medios están informando de la victoria de Rubalcaba sobre Chacón. Punto. El PSOE ha hecho un congreso sobre quién liderará el partido en la nueva etapa. Pero nada más. No ha habido un debate de ideas sobre qué partido se quiere ante la nueva situación política y ante la crisis. Únicamente se ha hablado de personas. Me parecía crucial que en el PSOE se hubiera reflexionado de forma crítica sobre su forma de gestionar la crisis y de qué manera se ha de preparar política y organizativamente para el futuro, intentando aglutinar a la izquierda y a las clases progresistas en general para ilusionar  a la "parroquia", poniendo en su sitio a los especuladores financieros ante la agresión de éstos contra la soberanía democrática. Creo que se ha perdido una importante oportunidad para ello. Quizá,  el problema estribe que en realidad no hay voluntad para hacerlo, lo que seria más grave. Y ahora paso a los porqués. 

Rajoy y su gobierno han comenzado su febril cruzada de recortes indiscriminados, privatizaciones selectivas e implementación de su ideario político. Mientras demuestran que son maestros de la transferencia de lo público hacia las oscuras y ambiciosas estepas de lo privado, preparan el asentamiento en ley de su particular concepto de las relaciones laborales. Concepto basado en facilitar la salida de los trabajadores de su puesto de trabajo, por la vía de dar la tan añorada "libertad absoluta" al empresario para despedir a sus anchas. Lo harán con una reforma laboral -otra más-, que únicamente servirá para incrementar de forma bestial las terroríficas estadísticas del desempleo. El neoliberalismo más recalcitrante es lo que tiene.

En paralelo convergente, Rajoy, junto a los hombres y mujeres -"los mejores" según el- que forman una especie de "consejo de administración ministerial y global" -pues ahora, hasta los ministros están privatizados- van dando satisfacciones plenas a las clases religiosas  y políticas mas retrogradas. La supresión -sin explicaciones que la justifiquen- de la asignatura "Educación para la Ciudadanía"; la aplicacion de la cadena perpetua, ignorando la filosofía  de reinserción,  pisoteando así impúdicamente  el espíritu de la Constitución; dar contenido notarial a lo que ahora es de tramitacion pública como las bodas o las separaciones y divorcios; la revisión de la Ley del Aborto, que provoca un salto hacia atrás de 25 años en esta materia y elimina la libertad de las mujeres a decidir por sí mismas y en conciencia sobre su salud física, mental, sexual y reproductiva, son claras muestras de ello.

Formas de gobernar que vislumbran los derroteros por los que nos va a llevar Mariano Rajoy.  El recien estrenado gobierno no solo se centra en contentar gustosamente al mundo de la especulación financiera, con  la aplicación de las medidas económicas mas duras exigidas por éstos. Camina más allá mostrándonos su cara más ultraconservadora e involucionista, con la prepotencia añadida que le otorga su mayoría absoluta.  Me refiero a que una buena parte de las leyes que se quieren implantar no son de carácter económico. No vienen impuestas o exigidas por la Merkel, el BCE o el FMI. Pertenecen al genoma político de la derecha española mas rancia. Serán leyes aprobadas motu propio,  hechas cínica y maniqueamente para satisfacer los deseos del plumaje mas negro y derechón de la gaviota.

Son tiempos de vuelta e involución. La derecha interviene sin ningún empacho en asuntos que creíamos superados. Como si de un desdichado túnel del tiempo se tratara, nos devuelve, cuando menos, a los mismos lugares de salida del que hace años partimos en algunas cuestiones que creíamos superadas. Parecen mas bien tiempos de venganza. Como una especie de querer borrar de un plumazo lo conseguido, no sin esfuerzo, en materia social y de libertades. 

Quizá, lo que exista sea un lastre revanchista que condiciona a la derecha española en su forma de gobernar. Una derecha a la que cada vez que las urnas le quitan el gobierno, cuando vuelve al poder nos viene a decir la famosa y casposa frase de: "usted no sabe con quien está hablando".

Lo que está ocurriendo con el lamentable asunto de Garzón es un claro ejemplo del esperpento en que vivimos. Esperpento que nos lleva a sentar en el banquillo a quien pretenda hacer justicia contra ellos, convirtiendo éste asunto en el corolario que define lo absurdo del circo político español en el que vivimos. Por ello, se ha perdido una gran oportunidad en el congreso del PSOE. Lamentablemente solo ha habido un cambio de cromos que, para mayor desdicha socialista, no deja contentos a una buena parte de la militancia. Lo que no es menos absurdo y a la vez patético.

Vistas así las cosas, disfrutemos de la crisis. Lo peor vendrá a partir de ahora.