viernes, 6 de enero de 2012

Patente de corso impositiva


Allá por el año 1946 la Ley Hipotecaria, como si se tratara de una nueva Epístola Paulina y para mayor salvación eterna de quienes la redactaron y aprobaron, permitió a la iglesia no inscribir en el registro todos aquellos inmuebles en los que no había una titularidad nominativa, y por tanto, no tener que pagar ni un céntimo de lo que ahora denominamos IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles). La Comisión Europea (CE) ha emitido repetidas críticas desde hace 20 años por este motivo. En la primera denuncia, en 1989, la Unión criticó los "privilegios" de financiación que otorgaba el Gobierno español a la orden católica. Una más de las cosas que "honran" al saliente gobierno de Zapatero, es que no pudo, no quiso, o ambas cosas a la vez, poner coto a los privilegios mantenidos por la iglesia católica, que desde entonces goza de una especie de "patente de corso impositiva", gracias a una de las leyes más identificativas del rancio hermanamiento franquista/clerical. Durante el mandato de ZP se desarrolló la Ley de Libertad Religiosa, para inmediatamente paralizarla en el año 2010, quedando ésta en una traca legislativa más. Debido a ello, la iglesia se va de rositas fiscales, como si la crisis que sufrimos ateos, creyentes y demás terrenales, no fuera con ella.

La iglesia recibe alrededor de 10.000 mill €/año en subvenciones y exenciones de IBI -uno de los impuestos que Rajoy "el recortador invisible" ha tenido a bien subirnos al resto de los mortales-. Parece que en cuestiones impositivas la iglesia no es de este mundo y lo es a efectos recaudatorios para que "no la saquen de su casilla" en la declaración de la RENTA.

El flamante Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, cuando era alcalde de Madrid, exigía al Estado que compensara al ayuntamiento madrileño con el dinero que dejaba de ingresar de la iglesia en concepto de IBI -ello demuestra que estaba en el convencimiento de que la iglesia lo debía de pagar- en base a la ley preconstitucional y posterior acuerdo con la Santa Sede. Ahora tiene una oportunidad de oro para defender en Consejo de Ministros una ley que evite que la iglesia siga disponiendo de su particular "patente de corso" impositiva. Pero descuiden, no caerá esa breva. Eran tiempos gallardianos, que nada tienen que ver con los de ahora. Antes me hacen obispo. 

3 comentarios:

  1. Estimado amigo: Lo primero desear a los que siguen este espacio que nos quedemos como estamos; lo segundo el comentario: Lo que no ha tenido ... de hacer la izquierda, no lo va a hacer la derecha. Un abrazo y hasta pronto.

    Félix García

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  2. Haces bien en poner el foco en el trato de favor que ha recibido la iglesia ya que, como señala acertadamente el comentario anterior, es de vergüenza que el gobierno de Zapatero no haya tenido lo suficiente como para "meter mano" a una de las características más antidemocráticas del sistema actual: las prebendas recibidas por la Iglesia. Y, ¿por miedo?. Si a los socialistas les iba a meter caña el clero igualmente... así que por lo menos habría que hacer que se quejaran con razón(lo que significaría que los ganaría la sociedad en general). Habrá que seguir esperando a un gobierno valiente...

    Saludos Replicantes.

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  3. A mí Gallardón me da muy mal yuyu.
    Bajo ese aspecto de santurrón se esconde un verdadero diablo.
    Leeros el artículo de Zenón Servet en el Blog de LA LUZ.
    Se llama "el flamante ministro versus las oscuras golondrinas", pero eso no es todo, el ex-alcalde de Madrid aparece en el mismo blog en una obra que se llama "Impresiones de un Anticristo beodo"

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