El Ministro de Hacienda Montoro, lanza una traca mediática en la que nos plantea la necesidad de "una ley que castigue a los gestores políticos que se excedan en el gasto público", llegando incluso a insinuar la posibilidad de que acaben entre rejas. No especificó al detalle los casos en los que el ministro cree que se debería aplicar el castigo. No obstante, desde Bruselas le han enviado un mensaje: desde la Union Europea no se contempla que el déficit sea delito, pero que ya existen sanciones penales en la ley sobre los funcionarios que manejan fondos públicos, siendo nacional su ámbito de aplicación. Pues eso, una traca. Lo que Montoro debería de hacer es aplicarse el cuento con los gobernantes de su partido y dejarse de juegos florales y fuegos de artificio. La medida sancionadora que nos plantea de forma tan mediática, podría venir avalada con la autoaplicación normativa de lo que Bruselas le ha recordado.
Me explico. Paradójicamente lo plantea un ministro cuyo partido gobierna las comunidades más endeudadas y con mayores desfases presupuestarios en España. Alguna de ellas "con nota", como la Comunidad Valenciana o Murcia, y a las que no solo no se les exigen responsabilidades, si no que se han presentado paradójica y reiteradamente, como ejemplos a imitar de buena gestión.
Antes de hablar de leyes que lo único que pretenden es tener un efecto mediático aprovechando que el personal está sensible a estas cuestiones, Montoro -y Rajoy como cabeza visible-, deberían exigir responsabilidades a toda una retahíla de despilfarradores y nefastos gestores, incluidos en primer lugar a los de su partido. Ello sí que tendría un extraordinario efecto disuasorío y mediático. Pero como solemos decir por estas bitácoras : no caerá esa breva. "Leyes predico, que para mí no aplico".
Es que es verdad, si se aplicara algo así, el PP -empezando por el de Valencia- desaparecería del mapa, porque el despilfarro y este partido viene a ser lo mismo. Si estas son las "brillantes" ideas con las que nos van a sacar de la crisis, nos queda rato de penuria. En fins...
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