martes, 5 de junio de 2012

El cobrador del frac europeo se acerca


Foto: www.morsadice.com


Algo se está cociendo en las cocinas económicas. Desde Europa -léase Alemania- se vienen pidiendo reformas más duras, reformas que Rajoy no puede, no sabe, o no se atreve a acometer.

¿Aun más? me preguntan indignados mis contertulios de taberna. Sí, aun más.

Según Europa, en España sobran 500.000 empleos públicos,  falta un férreo control y una intervención decidida sobre el gasto de las autonomías (auténtico lastre del sistema español, indican) y se precisa un mayor recorte presupuestario en las áreas de educación y sanidad -les parece escaso lo recortado-. Por último y grosso modo, se plantea una exigencia de mayor productividad en las empresas y la implantación  de rebajas salariales que repercutan en esa productividad y, ya que estamos, embridar el sistema de pensiones.

Un conjunto de reformas de "más calado" dicen, y que Rajoy, por alguno de los dos motivos anteriormente expuestos, no lleva a cabo. Los mercados, a través de sus mensajeros, recuerdan contínuamente al gobierno que los españoles les dieron 136 diputados para llevar a cabo dichas reformas -lo que no recuerdan, es que ninguna se éstas reformas estaban en el programa de PP- También le recuerdan que el plazo se agota y que si no las aplica, vendrán desde Bruselas para hacer la faena con su particular "cobrador del frac" para sacar los colores a Rajoy... ¿o quizá no?. Me explico.

Puede que Mariano hubiera decidido que  si las reformas e intervenciones "más de calado" las pueden hacer desde fuera ¿por qué las va a tener que hacer él desde dentro?. Algo muy de Mariano -antaño llamado "maricomplejines" por sus correligionarios más impetuosos, irrespetuosos y críticos con él, debido a su falta de decisión a la hora de aplicar con más dureza las políticas ultraliberales y para afrontar los "grandes momentos de la historia". Esos momentos en los que la derecha tiene que demostrar que es una "derecha española sin complejos... con un par" para sangrar a los de siempre. La capacidad de Mariano, el de "los hilillos de plastilina",  ya empieza a ser cuestionada por ámbitos políticos en la corta distancia,  y por los poderes económicos planetarios en la más lejana. 

Pero hay quien también asegura que Rajoy sabe hacer de la necesidad virtud, enviando a uno de sus hombres de confianza José María Beneyto, portavoz de la comisión de Exteriores en el Congreso, para decir a micrófono abierto que la intervención no sería el fin del mundo, o mas exactamente, que no sería "tan grave". Hoy mismo, Montoro lo ha dicho casi con las mismas palabras, para desmentirlo posteriormente.

Esperemos pues una intervención en breve, bien por la vía "directa" apartando a Rajoy de la primera fila del escenario y enviando a los del frac para que nos organicen el país,  o bien con la estrategia del nuevo invento, el "diferido": inyectando liquidez directamente a los bancos, lo que es menos escandaloso, pero igual de dramático para la ciudadanía. Otra maniobra, otra mentira más, otra forma de tomadura de pelo, pero con menos escándalo.

Los dueños de la pasta gansa no se fían. No quieren dejarle su tarjeta de crédito para que los gobernantes españoles se la repartan como quieran ¿Cómo se van a fiar de un país en el que desde la Corona para abajo., pasando por el escándalo de Bankia, toda la casta dirigente está en entredicho. Quieren cobrar y vendrán a ello. Rajoy tan contento de que le vengan desde fuera a solucionar un problema que se le escapa de las manos, que no entiende ni controla, y a otra cosa mariposa. Mientras, nos entretendrán con la Eurocopa, Gibraltar, Perejiles, o alguna ocurrencia al uso. Rubalcaba, desde su trona continuista-zapateril, viéndolas venir mientras espera turno.  En el otro lado, como meros espectadores afectados en sus carnes por el huracán el 99% restante. Los castigados ciudadanos sufriendo las los efectos directos de la estupidez política y financiera sin culpa ninguna, pues si se interviene, que se hará ¿álguien cree que a los intervinientes les importarán las consecuencias de lo que le pueda ocurrir a los españoles? ¿les importará el desempleo? ¿la pérdida de derechos?¿el estado de las autonomías?¿la sanidad y educación públicas? Yo creo que no. Lo que creo mas bien es que no les importamos un pimiento. Menos incluso que al propio Rajoy, que ya es decir. Un Rajoy que además se defenderá como siempre, diciendo que "las decisiones las han tomado otros y que no ha sido culpa suya".  Y a vivir, que son dos días.

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