Foto diariocritico.com
Ayer saltaron todas las alarmas. Entorno a las 12'30 de la mañana las redacciones de todos los medios de comunicación recibían la noticia de que Mariano Rajoy -con tan solo media hora de antelación- convocaba una rueda de prensa en la sede del PP -lo que extrañó aun más por no hacerlo en el Palacio de la Moncloa, como espacio natural- Todo el mundo pensó que el Presidente del Gobierno convocaba, con carácter urgente, la primera rueda de prensa de su mandato para anunciar la "terrible" noticia de la intervención. Momentos después llegaba una segunda convocatoria: la del jefe de la oposición, para las 2 de la tarde, en la sede del PSOE.
Una vez en rueda de prensa esa idea se desvaneció. No había "intervención". Parece ser que Rajoy había decidido la convocatoria desde el viernes anterior, de acuerdo con Rubalcaba y en previsión a que el lunes -ayer- se convirtiera en un "lunes negro" para al economía española. Ambos dirigentes enviarían así una imagen de sintonía ante la situación.
¿Por qué se toma esa decisión? cualquiera lo podía preveer. Si me lo permiten les reproduzco un osado twitt que puse a disposición de mis seguidores el pasado sábado y que decía así: "Me lo ha dicho un pajarito: La semana entrante la prima de riesgo por encima de 500 y la bolsa por debajo del nivel del mar". El análisis era sencillo. El viernes pasado se dio a conocer pública e impúdicamente, la brutal cifra que según el Gobierno, Bankia necesitaba de dinero público: 23.500 millones de euros -16.500 más de lo que un par de días antes se anunció-.
Ante la previsión de que ocurriera, como dice mi vecina, una "ecatatombe", Mariano decidió que era el momento de dar la cara, antes de que se la partieran. Eso sí, después de haber negociado con Rubalcaba un pacto de "no excesiva agresión": "A España le interesa, y sobre todo a nosotros nos conviene". -¡Vale, OK!.
Lo que al personal no le cuadra, es que fuera un negado en materia económica como el propio Presidente y no el ministro de Economía, más bregado en "explosiones" financieras, quien diera las explicaciones pertinentes para evitar el pánico e intentar tranquilizar a dioses y mortales. Me extraña que ninguno de los "bienalimentados" asesores que Rajoy tiene a su alrededor le indicara de la inconveniencia de salir a dar unas "explicaciones" para las que el Presidente no está preparado. Es bien conocida la afición de Mariano a leer más prensa deportiva que salmón.
En definitiva, que el Presidente se dejó convencer por los aduladores que defendían la opción de: "Presidente, en un momento como éste has de salir -por fin- a dar la cara". Y Mariano se embebió en todo el fin de semana un curso acelerado de preguntas-respuestas sobre economía de guerra. Pero eso es inútil, pues en una rueda de prensa -con preguntas, cosa rara- sobre economía, cuando éstas pasan a ser comprometidas, al interviniente le empieza a pesar la lengua y comienza a decir inexactitudes, a plantear cuestiones inconexas, a desvariar asegurando una cosa y la contraria, para terminar diciendo sandeces. Cualquier economista que siguiera la rueda de prensa, se pudo dar cuenta de ello, y los inversores, que son muy proclives al nerviosismo, todavía más.
Entre las dichas hay una que es de nota: "Bankia nada tiene que ver en la subida de la prima de riesgo". Y lo suelta después de anunciar que el desaguisado nos va a costar 23.500 millones. Y lo dice además, sin querer depurar responsabilidades y sin ni siquiera permitir montar una comisión de investigación. La frase pasará a la historia como una de las mayores gilipolleces dichas en economía por un presidente.
En España la economía está contaminada. Por eso, desde que el Gobierno nacionalizó Bankia, la prima de riesgo (el sobrecoste de interés que debe pagar la deuda española sobre la alemana) ha subido 50 puntos, hasta cerrar ayer con un nuevo récord de 511 puntos. Rajoy quería frenar esa subida, pero con su tembleque ha conseguido todo lo contrario. De hecho, el lunes, el IBEX iba más o menos bien hasta que Rajoy compareció ante los medios con su primera, y ya famosa, rueda de prensa. Quizá la menos indicada para iniciarse en eso de salir a la palestra.
Compareciendo desde Génova, para mí habló el presidente del PP para los peperos y no el presidente de España para todos. Las formas importan y mucho. Fue una muestra más de su soberbia y prepotencia. No relató un programa electoral pero, una vez elegido, sacó el guión que nos leyó en la investidura y lo sigue porque es "su modelo de España". Nunca le ha importado nadie que no sean sus votantes. Pero muchos de sus votantes ya empiezan a no importarle él. Durante 5 meses no ha comparecido ante periodistas más que en el extranjero, con desdén a la ciudadanía española y la primera vez que lo hace en España es desde la sede de su partido ... pues eso, es él el que dice que no es el presidente de todos sino solamente de los suyos.
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