foto: Correo del Orinoco
"La izquierda gana las elecciones en Francia" vomitan hoy los titulares de los periódicos en el mundo. La izquierda europea está teniendo sus propios brotes verdes. Y, en este caso, no una izquierda residual sino la izquierda francesa que no es poco, pues Francia tiene un peso específico en la economía europea. La victoria del líder socialista Hollande -17 años después de estar en el dique seco el PSF- no supone un simple cambio de gobierno, sino un cambio de rumbo en la política económica no sólo francesa, también europea, hasta ahora personalizada por el dúo Merkel-Zarkozy.
Algo está cambiando. En Grecia, el descontento provocado por la brutalidad de la austeridad, ha hecho saltar por los aires el bipartidismo instalado en la complacencia de los mercados, alcanzando entre Nueva Democracia y PASOK un escaso 33% de los votos, frente al 78% de 2009 y convirtiéndose Coalición de Izquierdas en la segunda fuerza política griega. Tampoco hay que olvidar que Ángela Merkel está sufriendo en sus carnes un revés electoral en las elecciónes regionales de Schleswig-Holstein, donde salva los muebles por la mínima.
Volviendo al país galo, las fronteras de las elecciones francesas se extienden mucho mas allá de la delimitación geográfica, pues casi 50 millones de franceses influirán en el futuro de mas de 500 millones de europeos, que ven en estos comicios la posibilidad de un cambio para afrontar la crisis; de un cambio de "modelo" que no pase por el trágala conservador de la austeridad, encabezado hasta ahora por el eje franco-alemán. La elección de Hollande convierte a Francia en la "excepción" para dejar de ser la "regla", la "norma" que dicta el mercado. Se abre pues un nuevo horizonte de esperanza para Europa y una alternativa a la política de control del déficit, de recortes sociales, de presión fiscal, de disciplina presupuestaria y por ende, de recorte de libertades, que han supuesto la recesión para los países mas débiles de la Unión.
La política económica que ha defendido en campaña Hollande para Europa, nada tiene que ver con la llevada a cabo por su antecesor y, mucho menos, con la que está aplicando a mano de hierro Rajoy en España. Se puede iniciar un nuevo ciclo, una nueva puerta a la esperanza, pues Hollande plantea un discurso diferente, un nuevo concepto sobre el crecimiento en Europa.
Quizá sea exagerado decir que se va a dar un giro de 180º a la situación como aseguran algunos. Yo diría más bien que el aprovechamiento de este nuevo panorama electoral, basado en el castigo que los ciudadanos infringen a los gobernantes que apuestan por la línea del ajuste salvaje, irá en funcion de lo que la izquierda en general, ahora encabezada por Hollande, sea capaz de armonizar y analizar para sacar las conclusiones pertinentes; o lo que es lo mismo, se sepan conectar esas nuevas expectativas con la sufrida ciudadanía, desde el campo progresista.
De momento aprovechemos la buena nueva. Saludemos y demos la bienvenida -no exentos de alegría- a Hollande, mientras quedamos expectantes y observadores en ver cómo será su relación con los amos del vil y falso metal y si es capaz de colocarlos en su sitio. Ese será su gran desafío.
Tienes razón, es una buena noticia. Esperemos que Hollande no se quede a medio camino, como le paso a Obama. Y es que la izquierda debería entender que si los votamos es para que sigan políticas de izquierda (que sorpresa). Si la socialdemocracia no entiende esto les pasará como en Grecia, así que más les vale sacar conclusiones.
ResponderEliminarSaludos Replicantes.
Un compañero suyo creo que estaba en el FMI y creo que se lo quitaron de en medio pocos meses después de sugerir que la solución de Islandia era una buena solución. Hablo de memoria así que puedo equivocarme pero creo que fue así. Algo de sexo aprovechando debilidades más que vergonzosas y denunciables. Pero todo, curiosamente quedó en nada.
ResponderEliminarPuede que si toma una postura de izquierda, quien sabe si aparece uno escándalo sexual o mucho mejor, pasando por atentados. Al de wikileaks también lo denunciaron por asuntos relacionados con el sexo. Es más que típico de estos servicios secretos anglosajones o herederos de estos. El sexo es algo más delictivo que el asesinato.
Espero equivocarme y que no suceda nada de eso. Que tampoco suceda esa conversión al estilo Obama o Zapatero. Esto sería más vergonzoso y peligroso ya que daría paso a la radicalización de posturas que terminan dándose la mano y dan como resultado conocido.
Como siempre, muy buen post