domingo, 17 de marzo de 2013

El acosador sexual, Ponferrada, el PSOE y la política circo


Foto ElMundo.es

Corría el año 1991. Un licenciado en derecho llamado Ismael Álvarez se presentaba a las elecciones para la alcaldía de Ponferrada por el Partido Popular, obteniendo 9 concejales. En aquellas lejanas elecciones el PSOE ganó los comicios con 11 concejales de 25, pero a costa de perder la mayoría absoluta de la que gozaba hasta entonces.  En las elecciones generales de 1993, Álvarez es elegido Senador y, en un salto definitivo, este todoterreno de la política gana las elecciones municipales de la capital de la comarca de El Bierzo para gobernar a sus cerca de 90.000 habitantes; no sin antes dar un golpe de mano en el año 1995, donde tres concejales socialistas se convirtieron en tránsfugas a su servicio para quitarle la alcaldía a Celso López Gabela, que había sido el alcalde por el PSOE de la citada localidad leonesa desde la transición (1979-1995). 

Todo pintaba bien para Ismael. Pues tan flamante fichaje fue avalado por la ciudadanía en las elecciones siguientes, otorgándole una mayoría absoluta -posiblemente en agradecimiento a tan deplorables artes para conseguir el poder-. Algún día alguien estudiará este fenómeno político-electoral que tanto se da en España: ¿por qué el soberano pueblo suele premiar y no castigar con su voto, no sólo la usurpación del poder sustentado en métodos moralmente mas que discutibles, sino también el choriceo y la corrupción?. Son cientos de casos los que se pueden poner como ejemplo de imputados que se presentan a las elecciones y salen elegidos por los ciudadanos. ¿Falla el sistema, fallan los ciudadanos, o fallan ambos? Que alguien presente una tesis, que la leeré con sumo gusto e interés. Pero no nos perdamos en divagaciones que nos desvíen de la ruta hoy principal y sigamos. 

Sí, todo pintaba bien para Ismael según decíamos. Su alcaldía, su mayoría absoluta para hacer y deshacer lo que le viniera en gana, su puesto de diputado en las Cortes Autonómicas -pues es sabido que en España los políticos pueden coleccionar cargos, como los niños coleccionan cromos de futbolistas-. En fin, "todo un futuro prometedor por delante en un municipio digamos que, ni pequeño ni grande. Sin la importancia del de  Madrid, Barcelona o Valencia, pero suficiente para hacerse un hueco relevante en su partido y en la política y, por supuesto,  para vivir holgadamente de ella". Eso pensaría Ismael, mientras ya se creía el rey del mambo. Pero a veces, las cosas no son como uno desea. Ismael, como cualquier rey del mambo, tenía sus debilidades y éstas, tenían un nombre: Nevenca Fernández

El 26 de marzo de 2001, Nevenca, concejala de su propio grupo, armándose de valor, presentó una querella contra el todopoderoso Ismael por acoso sexual. Lo que se dio a conocer como el caso Nevenca, se  resuelve por el Tribunal Supremo de Castilla y León el 29 de mayo de 2002 condenándole a pagar una multa y una indemnización de 18.420 €. Este hecho le obliga a dimitir, y el 29 de mayo de 2002, mismo día de la sentencia, Ismael,  ya acosador convicto, deja todos sus cargos públicos; esos que con tanto esfuerzo había conseguido.

Pero el "ex-alcalde acosador" como así ahora se le conoce por méritos propios, acostumbrado a moverse en los lodos de la politica,  no se rinde (él sigue en la brecha. Muy al contrario que su víctima, la concejala Nevenca Fernández, que tuvo que abandonar desesperada Ponferrada. Paradojas políticas y sociales que tiene este país). Y como Ismael es incansable, rearma su particular grupo especial de operaciones para la guerra de guerrillas politiqueras, que da a conocer con el camaraderil nombre de IAP (Independientes Agrupados de Ponferrada) y el 2 de septiembre de 2010 se presenta, con un par,  a las elecciones municipales, consiguiendo la tan ansiada "bisagra" de 5 concejales; numero suficiente para decidir quién gobierna y quién no en Ponferrada. 

Después de un periodo prudencial de "tanteo" 2011-2013, decide enviar al paredón del olvido al hasta ahora alcalde y ex compañero de partido Carlos López Riesco (PP). Creando dos tremendos líos para su particular recreo y regocijo: uno en el PP, por hacerles perder una alcaldía de relevancia, y otro y más importante, en el PSOE, por haber echado mano de un acosador sexual para trincar, vergonzosamente, una alcaldía. 

El nuevo "alcalde", Folgueras , que así se llama el interfecto -dejo entre comillas lo de "alcalde", pues es un cargo que ostenta después de haber sido conseguido bajo tan truculenta historia- está loco de contento. El la foto que coloco de portada, nos muestra su satisfacción, mientras sus incondicionales, después de conseguir tan ansiado trofeo, lo mantean a la salida del pleno, cual Vicente del Bosque después de haber ganado el mundial de fútbol. Es sabido a estas alturas, que no ha sido cosa de Folgueras por cuenta propia, sino que dicha golfería político-legal, ha sido avalada, antes, durante y después por los órganos de dirección del partido, incluido su secretario de organización socialista Oscar López. Rubalcaba dice que el "no sabía nada". El hombre que decía "saber todo de todos" cuando era ministro del Interior, ahora resulta que no se entera de lo que pasa en su propio partido. Otra paradoja más de la política circo. También es sabido que el tal Folgueras se ha dado de baja del PSOE. Al fin y al cabo siempre es mejor un carguillo con sueldo, que un carnet sin el.  

Lo que le faltaba a la política de circo es que el principal -es un decir- partido de la oposición, utilice o se apoye, en un acosador sexual para alcanzar una alcaldía. El hecho en sí es simple y llanamente lamentable. Pero más lamentables y bochornosas han sido las explicaciones dadas para justificar por parte de la dirección del PSOE tamaño desatino. El acoso sexual es una cuestión que forma parte de uno de los ideales más arraigados en la izquierda y en el PSOE -o al menos eso pone en sus ponencias-. El mismo día 8 de marzo, día Internacional de la Mujer, el PSOE, a manos de sus dirigentes más significativos, entregaban los premios anuales "Clara de Campoamor" en defensa de los derechos de la mujer. Al tiempo, los mismos socialistas de Ponferrada pactaban con un acosador sexual para alzarse con una alcaldía. 

Lo dicho y comentado anteriormente sirven de corolario de lo que es la política de circo tan arraigada en España, y sobre la que hay que hacer muchas reflexiones. 

Se me ocurren unas cuantas: ¿Qué país es este en el que un acosador sexual se puede presentar a las elecciones y salir elegido? ¿Dónde quedan los ideales de los partidos supuestamente de progreso o progresistas. Ideales que son cambiados a la primera oportunidad que se presenta por una alcaldía?¿Sabe el PSOE hacia dónde camina, o es un partido de caciques locales que está más perdido que Martin Macfly en el presente? ¿Quiere realmente el PSOE recuperar el voto y convencer a sus atónitos seguidores, o por el contrario está sometido a un proceso de autodestrucción?

Punto y aparte con la última: ¿por qué no dimite Rubalcaba, para dar paso a alguien sin "contaminar" que pueda ofrecer un mínimo de esperanza e ilusión a su gente? 

Si por el contrario queremos circo, pues que siga la función hasta que la lona se nos caiga encima.

1 comentario:

  1. Como bien señalas, el caso tiene múltimples niveles de podredumbre: desde el impresentable ciudadano que vota a un acosador, hasta el impresentable partido que urde una estrategia para conseguir una alcaldía con el apoyo de un acosador. Pero yo también me quedo con la imagen que ilustra tu entrada, la del personajillo feliz y manteado, manteado y feliz por conseguir un cargo público, independientemente de los modos. Yo creo que ilustra lo peor de la política, la del tipo que ve la función pública como un premio, como un juguete del que disfutar. Una persona con el más mínimo decoro, ni siquiera ganando una alcaldía limpiamente -que no es el caso- se dejaría fotografiar de esta guisa, pues sería consciente de la responsabilidad y seriedad que debe a sus ciudadanos como su representante. Y hay buenos políticos pero, por desgracia para el país, sabemos muy bien que el funcionamiento interno de los partidos, opaco y servil, es un buen caldo de cultivo para gente como el interfecto de la foto, pero una carrera de obstaculos y zancadillas para la gente digna y con espíritu crítico.

    Saludos Replicantes.

    ResponderEliminar