viernes, 10 de agosto de 2012

Costas las de Levante...


Vacaciones.
Vacaciones merecidas y ganadas a puro huevo. No sólo por el trabajo acumulado en la maquinaria corporal y mental, sino por los disgustos de la crisis y posteriores sustos recortadores de don Mariano. Vacaciones escribiendo bajo una sombrilla, gentileza de "Ambar" y de mis queridos amigos y caseros Pilar y Emilio, mientras me mojo los pies, a plazos, en el lento vaivén  de las tranquilas y amables olas  que el Mediterráneo bate contra esta playa cuyas arenas, debido a las tormentas de calor que el astro rey escupe, asemejan una placa vitrocerámica con todos sus fuegos encendidos. Aquí, fiel a Francisco Comprodón, dramaturgo, político y poeta nacido en Vich -amigo de Jaime Balmes, padre de la "filosofía del sentido común" -tan poco común en nuestros días- fiel digo, a lo escrito por don Francisco en su zarzuela "Marina" y con música puesta del maestro Emilio Arrieta. El título quizá no les suene demasiado, sino mas bien esa famosa estrofa que dice: «Costas las de Levante, / playas las de Lloret / dichosos los ojos / que os llegaron a ver». Se entiende por "las de Lloret", antes de ser arrasadas por el "turismo borrachera", pues de haberlas conocido así don Francisco, hubiera cambiado de ubicación -seguro-. 

No me hallo en Lloret, sino un poco más al sur, en un lugar del Levante -si como Levante se entiende desde Almería hasta Gerona, incluidas las Baleares, por supuesto. Y no digo "Levante" para molestar a don Juan Fuster  -padre del valencianismo moderno y catalanizante, que decía que se empleaba el término "Levante" para "ocultar al País Valenciano" . Cosas de los nacionalismos-.


Me mojo pues solazmente en un lugar intermedio. En lo que mi profesor de geografía gustaba en llamar "la cuna del Imperio Tarraconensis", casi justo donde Carlomagno creó la Marca Hispánica. Me mojo y remojo mientras me soplan por el pinganillo radiofónico y confirman mis seguidos en "Twitter" que "EE.UU. no imputará a nadie de Goldman Sach por las hipotecas sub-prime". Lo que me lleva a pensar de inmediato que el mundo entero ya se puede centrar exclusivamente en triturar a Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda, y a "sus secuaces", por hacer de proveedores y nutricionistas ocasionales de los pobres, cuales "curros jiménez" (que EPD) modernos.

Y digo yo que eso de meter en la cárcel a los de Goldman sería como meter en la cárcel a Dios. Pues considerando que Dios creó el Universo en siete días, no es menos cierto que, aunque les costara algún día más, los Goldman Sach son los dioses creadores de otro universo: el financiero. Lo que les convierte en amos y señores de vidas y haciendas. Amos "reales" de lo que el Dios del Antigüo Testamento (más discutible) creó. ¿Cómo podríamos nosotros, míseros mortales, meter en la cárcel a los dioses del Olimpo financiero? ¡nicht möglich, mein Herr!, que diría Ángela Merkel

Pues eso. Bromas las justas que me estoy mojando los pies y se me puede humedecer el hígado. 

Por cierto, me hago una macabra pregunta al hilo del acto de mojarme los pies: ¿Llegarán a cobrarnos por mojarnos los pies en la playa?  
Bueno..., mejor no pensar que luego hago "renuncio" con mis amigos en el "Guiñote"...  

¡Costaaas las de Levanteee.....! 

1 comentario:

  1. Pues sí, costas las del Levante antes de ser destrozado, como todo aquello que toca el capitalismo salvaje (redundancia). Aquí las dos tazas, tenemos que sufrir la crisis global provocada por los -como bien señalas- intocables de Golmand Sachs & Co. con sus rasgos particulares de especulación y ladrillo, cortesía de los Rato y amigotes. Disfrutemos de las vacaciones mientras podamos, pues -como el resto de derechos laborales- van a ser prohibidas porque, según nos venden, nuestros derechos son los causantes de la crisis ¿?

    Pero sí, cierto, a los que dan comida a los pobres... a esos que les caiga todo el peso de la ley. ¡Ains!

    Saludos Replicantes.

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