lunes, 7 de octubre de 2013

Antoni Durán y Lleida y su pánico a no poder comer.


Andaba Durán y Lleida de amoríos con Pere Navarro en esto de la "tercera vía", que es algo así como el independentismo con veladura, en un intento de suavizar el tono de lo pintado por Artur Mas y Esquerra con colores estridentes en la Cataluña del monotema, cuando en uno de los innumerables y subvencionados medios de radiodifusión catalanes, dijo que no se plantea abandonar la política y terminar su tesis doctoral "¿Profesor yo? ¿De qué viviría, de qué comería? Los pobres profesores ganan muy poco. No tendría suficiente", respondió a la pregunta del entrevistador casi ofendido. El pobre no tendría para vivir con lo que gana un enseñante, acostumbrado, claro,  a su habitat natural en una suite del hotel Palace de Madrid, entre otros y variados lujos.

Durán, en un ataque de sinceridad, nos muestra que él también está en política para forrarse y que el binomio política-dinero van estrechamente unidos, pues sus declaraciones retratan a una especie dentro  de la política, que considera ésta como una forma de ganarse -muy bien- la vida, y no como un servicio a la sociedad. Quizá por ello, este catalán de Huesca no dimitiera por aquello que iba a dimitir, si se demostraba lo que se demostró: que había malversación de fondos públicos desviados a su partido, con dinero trincado a la formación de parados. ¿Para qué quieren los parados y paradas formación? teniendo su partido las necesidades que tiene, entre otras, evitar que Durán y Lleida trabaje de profesor y, como consecuencia de ello, morir por no tener nada que echarse a la boca como ese pobre emigrante que ha muerto por desnutrición, mientras esperaba que le dieran un plato de sopa en un comedor social.

Que el de Alcampell está en política por lo que está, nos lo imaginábamos. Lo que llama poderosamente la atención es con el desparpajo y la sinceridad que lo dice, sin tapujos, sin vergüenza de sinvergüenza. Parece como si quisiera dejar las cosas claras, incluso ofendiendo en nombre propio y en el de su tribu. Algo así como "¡Que lo sepáis!: yo soy de la especie elegida. Sí, esa que está por encima del común de los mortales. Nosotros no podemos ser como vosotros. No podemos vivir con un salario de mierda. Lo siento, es lo que hay"

Duran y Lleida, como otros muchos de su especie, no morirá de inanición, sino de "hibris" (concepto griego que puede traducirse en desmesura) Como decía Owen: A quienes les afecta ésta enfermedad del poder creen acertar en todas sus decisiones, y vivir en un mundo diferente al resto de mortales disponiendo de todos los caprichos, lo que les separa emocionalmente de la realidad en la que viven, mientras experimentan una descomposición ética que termina devorándolos inexorablemente por dentro

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