Decíamos en el post anterior que
la corrupción en
España está tan generalizada que es como
un virus que ha generado hasta sus propias autodefensas. Un agente patógeno que se empezó a crear allá por los años 80, donde la codicia se fue
asentando en el organigrama de los partidos y de sus dirigentes, al albor de la
creación de
infraestructuras, servicios y construcción de viviendas, que, a partir de esa década, se fueron desarrollando
sin orden ni control en nuestro país. Todo el mundo que tocaba poder quería su parte alícuota o porcentual del
negocio. Los empresarios, unos por falta de escrúpulo, otros por la avidez de
contratar, y otros por ambas cosas, fueron generalizando y aceptando la
costumbre de ir soltando comisiones, para llegar los primeros en una carrera
donde todo valía
para sacar su tajada. La casta política por su parte fué creando sus propias estructuras para tal fin y por lo tanto, nadie quería -ni parece ser que quiere- combatir la corrupción, a no ser, eso sí, que el mangoneo
venga del "otro".
Luis Bárcenas -Luis el cabrón en algunos círculos- es la punta del
iceberg que nos indica los altos niveles de corrupción que han existido y existen
en nuestro país y,
lo que es peor, la inacción de los partidos en aclarar y depurar sus propios casos de
corrupción
interna, sean éstos a nivel personal o de partido.
Las informaciones en los medios de los últimos días, están demostrando
que resultaba mas que evidente que Bárcenas no sólo cobraba comisiones de la Gürtel, sino que además repartía sustanciosos dividendos mensuales -entre 5000 y 15000 euros- entre "parte de la cúpula" del PP.
En la calle Génova conocían sobradamente a "Luis
el cabrón"
y sus "funciones" como gerente del partido durante 20 años y como tesorero puesto por
Rajoy en 2008. Un "cabrón" a quien todo el mundo en el PP apoyaba sin fisuras cuando fue imputado y quien, curiosamente, sigue teniendo despacho en la sede del partido al que acudía hasta hace muy pocos días con regularidad. Un Bárcenas, a quien incluso el partido costeaba -no sabemos si aún lo sigue haciendo- un abogado a 300 euros la hora para su defensa en el caso Gürtel.
Hoy es el PP, pero raro es el partido que con un mínimo de influencia política en su ámbito territorial, que no se libre de la quema. Casi todos gozan del mismo
patrón, casi todos forman parte de ese virus que funciona
dentro del organismo de la democracia, poniendo a ésta en serio peligro de
muerte. La corrupción se ha ido reproduciendo como un parásito en la célula de la política tan necesaria para la convivencia y la justicia
social. De aquella política
honesta y honrada que fue inventada para un buen fin: el del servicio al ciudadano y al país. Y ese virus se ha pegado a ella para inyectarle
su materia corrupta, para que esa corrupción se convierta, desgraciadamente, en parte de esa
política.
Un virus que, en forma de dinero negro, ha estado circulando por las arterias de los partidos
y, en el caso que nos ocupa, el PP, durante décadas, entre lo "más granado" de los populares.
Por tanto, es absolutamente necesario y urgente que, mientras el juez lleva el caso con la exigencia
debida, el propio Partido Popular dé las explicaciones pertinentes y nos digan desde cuando, a
quienes y qué
cantidades, del dinero de todos los españoles, han recibido sus miembros. De dónde salían esos ríos de pasta, de qué empresas propias o ajenas, a
cambio de qué
favores, en definitiva, están obligados a poner toda la información a disposición de todo el país, si no quieren asestar un
durísimo
golpe a la, ya de por sí, castigada democracia.
Pues no es cualquier partido residual, sino que es el partido al que la ciudadanía, con mejor o peor acierto, le asigno la tarea de gobernar, nada menos que con mayoría absoluta.
La cosa tiene dos derivadas, ambas graves: de donde sale la pasta y como se reparte. Es evidente que un tipo como este, con las declaraciones de hacienda que presentaba, no puede ganar honradamente veinte millones de euros. Si como todo parece, parte de este dinero asomaba a través de la Gürtel y la consecuente financiación del partido, el PP sale MUY manchado. Segunda cuestión, tema sobres. Gente como Trías ya ha confirmado el tema, por lo que el partido del gobierno que nos está sangrando (entre otras cosas se me ocurre el IVA) se dedica a repartirse pasta que no declara y que seguramente viene de algo ilegal (véase punto 1). Con esto el PP también está MUY manchado. Porquería sobre porquería. ¿Cómo hay gente que les sigue votando? País...
ResponderEliminarSaludos Replicantes