¿ Estarán maquillando a un muerto... político?
Ya se sabe que la ilusión, cuando se torna en frustrada realidad, duele, humilla hasta las trancas, asusta y amedrenta. Así es como se tienen que encontrar en estos momentos el Molt Honorable President Artur Mas y su núcleo secesionista. La ilusión de ser aupado a jefe de gobierno en un estado nuevo y desinfecto de la vil España, se le esfuma como a un niño malcriado cuando se le niega un capricho al que cree tener derecho.
Mas no tuvo una diosa Circe, o si la tenía no quiso oírla en sus advertencias de lo peligroso que resulta el canto de las Sirenas que, disfrazadas de encuestas, consejeros de dilatados y agradecidos estómagos (que aconsejan lo que se quiere oír), brujos mediáticos de nómina interesada y manipuladores de encuestas ad hoc, susurraban al oído sus cánticos y hechizos musicales. Pero Mas, al contrario que Ulises, no se tapó con cera los oídos, ni se ató con las cuerdas de la cordura al mástil del barco del gobierno de la Generalidad, oyendo esos cánticos con las orejas bien abiertas, para naufragar cual pardillo político, arrastrando consigo a miles de incautas almas hacia el profundo y doloroso mar de la frustración. Artur Mas creyó que el llamamiento secesionista tendría la veladura suficiente como para tapar las miseria de la nefasta y ultraliberal gestión de su "gobierno de los mejores" y no captó la oleada de protestas -para eso los políticos carecen de oídos- que culminaron en la huelga general del 14N, con una especial incidencia en Cataluña.
Conclusión: todo al traste. Los catalanes que saben ponerse tapones y se atan al mástil de la cordura escuchando a su Circe particular, sopesando y valorando salieron a votar en masa y aplicaron en las urnas una diversidad de opiniones tan extensa, que deja a la altura del betún la uniformidad del llamamiento secesionista, las encuestas, las predicciones interesadas y toda esa bazofia propagandística-institucional, demostrando al consorcio Mas-Puyol que Catalonia is molt plural, pero colocando en particular a Mas en una encrucijada basada en unas posibles coaliciones de gobierno tan necesarias como venenosas, con opciones tales como la de Esquerra Republicana, donde si bien es verdad que tendrá un apoyo incondicional para sus obsesiones secesionistas, también se encontrará con la incoherencia e incompatibilidad de su política de recorte y austeridad contra la ciudadanía, pues a Oriol Junqueras, líder de Esquerra, no le han votado precisamente para eso, sino más bien para defender lo que quede del sector público y del estado de bienestar catalán. No tendrá pues las manos libres para hacer los recortes que los prestamistas europeos, a través del gobierno de Rajoy exigen, teniendo además sobre su cabeza la amenaza del artículo 155 de la Constitución.
Y otra cosa, los socialistas del PSC acaban de descubrir en la práctica, que la política del sí pero no en el tema nacionalista no les lleva, ni de lejos, a ser la izquierda de Cataluña. Hoy a izquierda de Cataluña es de ERC. No se puede estar en misa y repicando. Las medias tintas es lo que tiene.
Estoy en contra de todo nacionalismo, hubiese preferido un resultado que rompiese el español y a la vez deshiciese el catalán. Algo más para ERC.
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